Para muchos paisanos suyos, es el más moderno de los músicos mexicanos; para muchos extranjeros, es el más mexicano de los músicos modernos. Silvestre Revueltas nos dejó una obra musical que, como sucede con los clásicos de todos los tiempos, atrae de inmediato a todo tipo de oyentes y, al mismo tiempo, contiene propuestas tan audaces y complejas que ha mantenido ocupados a los especialistas a lo largo de muchas décadas.

Silvestre Revueltas

Revueltas nos deje también el trazo de una vida recorrida con integridad y autenticidad dignas de la leyenda que, en efecto, se le ha ido creando, a veces en perjuicio suyo. Cuanto más se lee o escucha acerca de su vida, más deseo nos provoca de escuchar su música, y viceversa. El mismo era enemigo de poses o prestigios espectaculares y efímeros; a menudo, detrás de textos irónicos y agudos en los que se burlaba sanamente de si mismo y del prójimo, escondía el verdadero esfuerzo de extenuar el cuerpo y el espíritu gracias al cual producía obras brillantes, sólidas, trabajadas con tal gracia artesanal que parecían recién salidas de alguna afortunada veta natural.


Silvestre Revueltas: Sensemayá (Dir: Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Berlín)

Sin embargo, sabía en su intimidad la importancia de lo que estaba creando, y un par de veces se sinceró con personas cercanas y queridas, como su tercera esposa Ángela Acevedo, a quien escribió que no tenía prisa y que su día llegaría, aunque el ya hubiera muerto. Hace ya un siglo que vino a bendecir este país y sesenta que nos dejó, y, tal como él lo dijo, su día ha llegado: todos los que, en México, toman partido y preferencias por este o aquel músico, se ponen absolutamente de acuerdo cuando se trata de reconocer y elogiar la genialidad de Silvestre Revueltas.

La vida de una leyenda

Silvestre Revueltas Sánchez nació en Santiago Papasquiaro, Durango, el último día de 1899, día de San Silvestre. Una de las anécdotas más contadas sobre los muy singulares y excepcionales padres de Silvestre es aquella que cuenta como su madre, Romana Sánchez, aficionada con verdadero amor a las artes, soñaba con tener un hijo que fuera poeta, músico y pintor.

Su sueño tomó cuerpo en tres hijos que son un orgullo de la cultura mexicana: el pintor Fermín, pionero del muralismo y de muchas vanguardias plásticas; el escritor José, autor de textos angustiosos y plenos de vigor, como El luto humano, El apando o El Cuadrante de la Soledad; y Silvestre, el mayor de todos. Por si no hubiera bastado este sueño realizado, otros hermanos también se destacaron en actividades artísticas, como la actriz y bailarina Rosaura y la pintora Consuelo.

Silvestre Revueltas 2

Aunque don Jose Revueltas Gutiérrez no pareciera otra cosa que un comerciante de provincia con una próspera tienda en la ciudad de Durango, este sorprendente lector de Dostoievski advirtió muy pronto los talentos artísticos de sus hijos, al grado de que le puso a Silvestre el primer violín en las manos cuando apenas tenía siete años y le procuró, en la medida de sus posibilidades, una formación musical seria, mandándolo a estudiar al Conservatorio Nacional, en la ciudad de México, en plenos años de la Revolución. Después envió a Silvestre y a Fermín a Austin, en Estados Unidos, y al cabo de un año a una ciudad tan señalada como Chicago, a perfeccionarse. A Silvestre la estancia allá le significó el contacto con un medio artístico próspero y sin vendavales políticos como los que entonces vivía su país.

Se graduó a los veinte anos en violín, armonía y composición, y siguió en años posteriores estudiando este instrumento con varios maestros, todos europeos. Es importante saber todo to anterior porque la leyenda más común nos pinta a un Revueltas bohemio, espontáneo, todo intuitivo y sin reflexión, como si debiera su genialidad exclusivamente a la naturaleza y como si nunca hubiera pisado una escuela.

Silvestre Revueltas 3

De los veinte a los treinta años, Silvestre se dedicó a convertirse en Revueltas. Por una parte, ejerció diversos oficios musicales, como violinista, director de orquesta o profesor; pasó la mayor parte de ese tiempo entre Texas y Alabama, en el sur de Estados Unidos, aunque se dio un par de escapadas a su país, en las cuales fue construyendo amistades tan importantes como la de Carlos Chávez, con quien participó en la ejecución y promoción de una nueva música de concierto. Esta nueva música venia a sacar de su estancamiento a todos aquellos que se sentían a gusto con el romanticismo del siglo XIX, sin preocuparse de que la vida estaba cambiando a pasos agigantados, y con ella la sensibilidad del momento.

Por otra parte, trató de crear un mundo íntimo y una familia, aspecto en el que no tuvo tanta fortuna como en el musical. Tuvo una hija, Carmen, con su primera esposa Jule Klarecy; tras separarse de esta, vivió con Aurora viuda de Murguía, con quien regresó a México en 1929 para establecerse definitivamente. Volvió para ocupar el lugar que Chávez tenía para él en su ambicioso programa con el que dio ámbito sonoro al espacio estético generado, con juvenil optimismo, por el ambiente inmediato posterior a la Revolución de 1910.

Carlos Chávez

Revueltas hizo suyas las causas de la revolución cultural de su momento, una revolución que contribuyo a darle una identidad peculiar característica al arte moderno de aquel México, el de los murales de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros y las novelas de Mariano Azuela y Martín Luis Guzmán. Para el músico, el compromiso con esas causas incluyo por igual la lucha estética y la lucha política.

En la primera, fue descubriendo una personalidad de compositor que Chávez había advertido antes que él mismo; estimulado y motivado, comenzó a dar a conocer sus obras de cámara y sus piezas sinfónicas, asombrando a todos, incluso a sus enemigos musicales que acabaron por respetarlo. Fueron años como 1933, en el que una composición Revueltiana, Janitzio, ganó el primer lugar en popularidad de la temporada de la Orquesta Sinfónica de México -que incluía lo mas clásico del repertorio junto con autores entonces nuevos, como Igor Stravinski.

En la lucha política, Revueltas definió su inclinación de izquierda, manifestada desde joven, participando en actos públicos y en la legendaria Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, la LEAR, que entre 1934 y 1938 agrupó a los más destacados intelectuales de izquierda. Las luchas de uno y otro carácter le reportaron consecuencias trascendentales. En el camino de estas luchas también construyó su proyecto íntimo más exitoso, al casarse con Ángela Acevedo y procrear con ella a sus hijas Natalia, Alejandra y Eugenia, de las cuales sólo sobrevivió esta última pues las dos primeras murieron en la infancia, como dolorosa consecuencia de los vaivenes que Revueltas vivió entre la pobreza y la miseria.

LEAR

El compositor recorrió sus caminos vitales con total entrega. Deseoso de superación, terminó por chocar con Chávez y por romper con él en 1935, aunque nunca dejó de admirarlo ni de reconocer sus méritos. Siguió su camino musical por su cuenta: trabajó en el Conservatorio en proyectos que no fructificaron, y encontró un lugar especial en la industria cinematográfica nacional, que entonces empezaba a despegar.


Redes

Sus caminos políticos lo llevaron a viajar a España en 1937, para apoyar la causa republicana de la guerra civil junto con otros intelectuales mexicanos, como Carlos Pellicer, Juan de la Cabada y Octavio Paz. Participó en actos políticos, visitó el frente de combate y dio conciertos en Valencia, Madrid y Barcelona, que constituyeron la cima de su carrera profesional, enmarcados en la dramática urgencia del momento: imagine el lector un ensayo musical en Madrid, en medio de las bombas de los combates en las afueras de la ciudad…

Se ha comentado muchas veces que la caída de la República española en 1939 representó una herida moral y mortal para Revueltas; en cualquier caso, la experiencia de España le afectó de manera significativa: después de 1938 su música acusa un humanismo más consciente y profundo, de un hombre que se hizo mejor en el mismo sentido que César Vallejo o Miguel Hernández.

Revueltas vivió sus últimos años en un frenético contraste entre su crónico alcoholismo -que lo fue destruyendo de modo gradual- y la culminación de sus mejores páginas musicales, entre ellas su obra maestra, Sensemayá. Escribió artículos de critica en los periódicos; compuso música para las más diversas películas, una de ellas con guion de Salvador Novo y la actuación de Cantinflas y Manuel Medel; continuó sus clases en el Conservatorio, donde siempre fue admirado como ejemplo de rigor y entrega.


“Sensemayá” por Silvestre Revueltas (Director Gustavo Dudamel)

Una neumonia derivada de sus crisis alcohólicas le cortó la vida el 5 de octubre de 1940; como para hacer el cuadro digno de la leyenda que ya empezaba a protagonizar en vida, murió en la pobreza más espantosa y justo el día en que se estrenaba una coreografía con música suya, en medio del aplauso general a su trabajo.

El reconocimiento público vino muy pronto, aunque demasiado tarde para él: sus obras comenzaron a verse con frecuencia creciente en los programas sinfónicos, y en 1947 se empezaron a grabar -en Estados Unidos-, maravillando a cada nueva generación de músicos, que sentían anticuados a todos sus maestros, excepto a este irreverente que rompía toda clasificación.

En 1976, los restos de Silvestre Revueltas fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres, con lo cual el gobierno mexicano culminó un homenaje que, en realidad había empezado desde el momento mismo de la muerte del músico.

Revueltas el compositor

Poco más de una década le bastó a Revueltas para establecer su legendaria reputación como compositor. Al principio el mismo dudaba de su vocación, pero Chávez y otros amigos lo convencieron de que escribiera, y todos debemos agradecer que lo convencieran.

Algunas cualidades del estilo musical revueltiano son: el manejo de timbres sonoros contrastantes y de temas aparentemente populares, aunque en realidad originales; el use de ritmos vigorosos como elemento constructivo predominante; la capacidad para superponer materiales sonoros de muy diversas características e integrarlos con gran coherencia en un todo, por lo general denso y breve. Una muy especial característica de su música es su muy desarrollado sentido del humor.


“La Noche de los Mayas” by Silvestre Revueltas

Revueltas trabajaba cada obra, boceto tras boceto, con detalle, rigor y autocrítica exigentes, hasta obtener un resultado que le satisficiera, por lo general de gran calidad. Desdeñaba las formas clásicas, aunque compuso cuatro imprescindibles cuartetos de cuerda, el cuarto de los cuales, Música de feria, suena, por lo audaz, como si lo hubiera compuesto apenas ayer. Dominó el manejo de la gran orquesta, como en Cuauhnáhuac, Janitzio y, sobre todo, Sensemayá, ese monumental fresco sonoro inspirado en un poema de encantamiento de Nicolás Guillen.

Para la dotación de orquesta de cámara compuso obras tan complejas como Colorines y esa síntesis genial de su estilo que es el Homenaje a Federico García Lorca, obra en la que el duelo por el gran poeta asesinado se manifiesta en una forma desgarradora que, a la vez, se combina con una parte festiva que borra las fronteras entre música popular y música de concierto.

Amaba la música de cámara en general, como lo prueban esas joyas que son 8 x radio o las Piezas serias para instrumentos de aliento. Compuso canciones que son un prodigio de fusión expresiva entre voz e instrumentos, con textos de Garcia Lorca, Guillén y López Velarde, entre otros.


Silvestre Revueltas “… tan herido por el cielo y los hombres…” Documental de la UNAM.

La cinematografía nacional le debe a Revueltas algunos de sus momentos más propositivos, innovadores e inspirados. La escena mexicana también guarda memoria de diversas colaboraciones del compositor con artistas de muy diversas tendencias y estilos, desde el Teatro de la Universidad en 1936, para cuyo montaje de Los caballeros de Aristófanes colaboró, hasta la producción para Broadway de Upa y Apa o Mexicana en 1939, sin olvidar los impares trabajos infantiles como Troka y El renacuajo paseador, y la música para la coreografía de La Coronela.

En el cine, la sabia combinación de la música adecuada, expresiva, significativa en grado sumo, convirtió a Redes en un intenso poema sonoro y visual de gran verdad social, y contribuyó lo mismo a la gloria integral de ¡Vámonos con Pancho Villa! que a salvar lo que se podía de La noche de los mayas.

Es casi impensable enfrentarse hoy con todas estas cintas sin escuchar la música que forma parte de sus complejos lenguajes, y sin dejar de agradecer que hubiera estado ahí, disponible, un compositor de esta magnitud. De hecho, cada vez que suena esta música recia, inconfundible, elegante y a la vez cercana al pueblo, todos seguimos agradeciendo que hubiera pasado un Silvestre Revueltas por este siglo y por esta tierra.

Por: Eduardo Contreras Soto

Para leer más

  • Contreras Soto, Eduardo, Silvestre Revueltas. Baile, duelo y son. México: CONACULTA, 2000 (Ríos y raíces, teoría y práctica del arte).
  • Revueltas, Silvestre, Silvestre Revueltas por el mismo. (Recopilación de Rosaura Revueltas). México: Editorial Era, 1989 (Biblioteca Era, 184).
  • Silvestre Revueltas en Wikipedia
  • Silvestre Revueltas, Periodo de las cuerdas. UNAM.

Para escuchar su música

  • En Youtube:
    Sensemayá
    La Noche de los Mayas
    Música de Feria
    Redes
    Cuarteto para cuerdas Nº1

    8 x radio

    Janitzio
  • Antología orquestal y de cámara: Edición conmemorativa del centenario 1899-1999. New Philharmonic Orchestra; Dir. Eduardo Maio; Leopold Stokowski and His Symphony Orchestra; London Sinfonietta; Dir. David Atherton; Orquesta Sinfónica de Xalapa; Dir. Luis Herrera de la Fuente; Margarita Pruneda, soprano. Mexico: RCA Victor-INBA, DU0N090266354825, 1999 (Red Seal). Edition internacional: Centennial Anthology 1899-1999; 15 Masterpieces. Estados Unidos: RCA-Red Seal, 09026-63548-2, 1999.
  • Musica de Feria: The string quartets / Los cuartetos de cuerda. Cuarteto Latinoamericano. Estados Unidos: New Albion, NA062CD, 1993.
  • Sensemayá: The Music of Silvestre Revueltas. Los Angeles Philharmonic; Los Angeles Philharmonic New Music Group; Dir. Esa-Pekka Salonen. Estados Unidos: Sony Classical, SK 60676, 1999.
  • Sensemayá: The Unknown Silvestre Revueltas. Camerata de las Americas [La Camerata]; Dir. Enrique Diemecke; Lourdes Ambriz, soprano; Jesus Suaste, baritono; Cuarteto Latinoamericano; Octeto Vocal Juan D. Tercero. Estados Unidos: Dorian, DOR-90244, 1996 (Music of Latin American Masters).

Última modificación el día 26/06/2022 por Puerto Vallarta Net