Fiestas de Guadalupe

Por Debora Arriaga Weiss

“Todo se lo debo a mi mánager y a la Virgencita de Guadalupe”. Raúl “Ratón” Macías, boxeador.

Son infinitos los favores que otorga la Virgen de Guadalupe. Bajo su manto estrellado y protector nos cubrimos millones de mexicanos, católicos y no. Es nuestra Guadalupe, madre de todos los mexicanos, la Morenita del Tepeyac.

Virgin de Guadalupe, el misterioso ayate

Virgin de Guadalupe, el misterioso ayate, esta es la imagen que la fe popular venera. Es la prueba que la Virgen María entregó al indígena azteca de nombre Juan Diego el 12 de Diciembre de 1531: un lienzo de hilo de maguey que sirvió como vestido al místico y misterioso vidente.

Virgen-Madre, Santa María de Guadalupe es estandarte que entrelaza hilos de maguey con hilos de seda; sincretismo de credos y culturas: de Tonantzin, nuestra Madrecita, madre tierra, madre de dioses y hombres, y de Santa María, la Madre de Dios; Guadalupe-Tonantzin, símbolo de identidad nacional, emblema de unidad; razón mestiza de raíz indígena y de raíz ibera, la inicial fusión del México prehispánico con Occidente y, a través de él, con Oriente.

Más allá de interpretaciones sociológicas, de la fe o del psicoanálisis, se es guadalupano porque se es mexicano -dice el refrán que refiere con sencillez el fervor popular, el arraigo de esta devoción mariana en nuestra tierra, que a la vez nos hermana con guadalupanos de otras latitudes-. Quien es guadalupano lo es porque no puede ser de otra manera. Es una identidad, una advocación que se asume como un acto de fe que ni se discute ni se cuestiona, es un misterio que se acepta, se vive y se siente.

La Guadalupana on a Chicano mural in East L.A.
La Guadalupana en un mural Chicano en Los Ángeles EEUU

A nuestra Patroncita se dirige y entrega más del noventa por ciento de la población mexicana; noventa millones de personas, aproximadamente. Y la Reina de México – también Emperatriz de las Américas y las Islas Filipinas – nos ampara desde su corazón, que está adentro de cada uno de nosotros, cuando nos acompaña y nos protege al decir: Qué más has de temer? ¿No estoy Yo aquí que soy tu Madre? Y también está ahí, en su Basílica, al pie del cerro del Tepeyac, en el norte de la capital de la República.

Hay 90 millones de devotos de la Virgen de Guadalupe
Hay 90 millones de devotos de la Virgen de Guadalupe

De todos los rincones del país y del orbe guadalupano, sin importar condiciones de clima o de salud, llegan millones de devotos para agradecer o buscar el consuelo de su Virgencita de Guadalupe. Esto hace de la ciudad de México uno de los principales centros de culto y religión mundial, al igual que La Meca, Roma lo que convierte a la Villa de Guadalupe en el segundo centro de devoción católica mundial, sólo después de la Basílica de San Pedro en Roma.

Por eso es que en México se dice que todos los caminos salen del Tepeyac y todos los caminos llegan al Tepeyac.

El manto protector
El manto protector, para el peregrino, la imagen de la Virgen de Guadalupe sobre sus espaldas es el símbolo de la madre de Dios, siempre atenta y amorosa a sus súplicas y llamados

El 12 de Diciembre, día de gran fervor popular

El tránsito se detiene momentáneamente en diversos puntos y accesos a la ciudad de México. Hay que dejar pasar una larga fila de caminantes, caravanas de automóviles y ciclistas, autobuses y camiones de redilas llenos de hombres, mujeres y niños. Enarbolan banderas y estandartes, guirnaldas y ramos de flores; van rumbo al norte de la ciudad. Todos sabemos que son peregrinos y que se dirigen a la Villa a saludar a la Virgen Morena. Tan solo en un año se realizan más de dos mil peregrinaciones: todos los caminos llegan al Tepeyac.

Millones se congregan en el cerro del Tepeyac
Entre el 11 y 12 de Diciembre, de todos los rincones del país, sin importar clima, salud o medio de transporte, varios millones de peregrinos acuden al Santuario de la Virgen de Guadalupe, en el cerro del Tepeyac, al norte de la Ciudad de México

Sin embargo, el 12 de diciembre el tráfico se detiene casi por completo. Escuelas, comercios, bancos y empresas privadas suspenden sus labores ese día; incluso sindicatos de trabajadores de universidades y asalariados de algunas oficinas públicas tienen la tarde o la jornada libre. Es que hay que estar ahí en la Basílica, estar con Ella, con la Guadalupana, en su día.

La Virgen de Guadalupe, Santa María.
La Virgen de Guadalupe, Santa María

La fecha en que se conmemora la última de las apariciones de la Morenita del Tepeyac, en 1531, ante el ahora Beato Juan Diego, es –en un país de Estado laico– un día de fiesta nacional, un día de guardar para todos los mexicanos. Y un día de celebración para todos los demás países de América, según lo anunció el Papa Juan Pablo II ante la imagen de la Virgen Morena en su última visita pastoral a nuestro país.

Arte popular, la Virgen y Juan Diego
Arte popular, la Virgen y Juan Diego

Todo habitante de esta República –que aunque su Constitución no legitima títulos nobiliarios para sus nacionales su población sí reconoce uno– sabe que el 12 de diciembre es el día de su Reina. Y se la festeja en grande, a Ella y a las y los miles de Guadalupe que le rinden homenaje llevando su nombre. Pues en México todos tenemos la fortuna de tener una Lupe cerca.

Pero la fiesta del 12 comienza antes. Desde la víspera millones de devotos llegan a la Basílica de Guadalupe, para estar en Su casa al dar el primer minuto del día, a las 00:01 horas, y cantarle Las Mañanitas a Lupita, la Virgen Morena. Se repite, se honra y celebra el acontecimiento guadalupano. Estallan millones de vivas y aplausos, risas y llantos, coros y cantos.. música, mariachis: “despierta mi bien despierta, mira que ya amaneció… “, cuetes y fuegos artificiales. ¡Ha comenzado la fiesta de la Patrona de México! ¡El más grande conglomerado de gente reunido espontáneamente en torno a una causa, por la más buena de las Señoras de México, la Señora del Tepeyac!

grupos de danza
Grupos de danza de todas las regiones y de todas las etnias hacen de la explanada de la Basílica de Guadalupe el más grande de todos nuestros escenarios

Se pueblan las calles aledañas, el cerro. Y la inmensa explanada de la Basílica, de la antigua y la nueva –muestrario de estilos arquitectónicos de cuatro siglos–, se cubre de fieles, hombres y mujeres de todas las edades, sin distinción social alguna, de devotos –arrodillados o de pie–, de sanos y enfermos; de peregrinos de todos los oficios y profesiones, todos reunidos en santa paz para saludar a la Virgen-Madre en su día.

grupos de danza
Bailes frente a la Basílica

Engalanada con millones de flores, se vive la fiesta de la fe, de la confianza en Guadalupe-Tonantzin, en sus milagros, en su protección y amparo. Se agradece. Incontables son las muestras de cariño y gratitud por los favores recibidos. Se reza y se ruega. Y se presenta alguna que otra petición acompañada por una promesa para volver a agradecer. Miles de exvotos son prueba de la gratitud por el infinito amor que la Virgen Santa María de Guadalupe profesa a sus fieles.

Y hay música y hay cantos. Se oyen mariachis, conjuntos regionales, estudiantinas y rocke ros. También hay bailes y danzas indígenas, de concheros y de neo-aztecas. Los sonidos y ritmos se funden y confunden, los instrumentos prehis¬pánicos —flautas, chirimías, huéhuetls y teponaxtles, conchas y caracoles, semillas de fraile— se fusionan con los europeos: acordeones, guitarras, mandolinas, tambores, tarolas, platillos, trompetas, saxofones, y una que otra grabadora para hacer playback.

El manto protector sobre vestimentas tradicionales
El manto protector sobre vestimentas tradicionales

Muchos lucen trajes tradicionales de sus regiones de origen, hay niños vestidos como cuentan que lo hacía el indio Juan Diego. Son peregrinos del campo y de la ciudad, con ropa de trabajo o de gala, elaborada especialmente en honor de la Guadalupana. Es un enjambre multicolor integrado por varios millones de personas, unidos en armoniosa convivencia por respeto a la Madrecita. Así será todo el día hasta entrada la noche. Así lo fue desde tiempos inmemoriales y lo será el año siguiente y cl que sigue, por los siglos de los siglos.

El guadalupano es un devoto caminante. Hay peregrinos que llegan descalzos, otros con huaraches y sandalias, cacles, tenis, mocasín boleado, tacón volado; todo tipo de zapatos. Pies, patas, patitas, millones de pies, millones de zapatos multiplicados por dos. Y de los arrodillados, aquéllos que cumplen su manda avanzando de rodillas, ni qué decir.

Exvotos
Los exvotos son pequeñas pinturas realizadas por los propios creyentes, como muestra de agradecimiento a la Virgen por algún favor concedido

No importa cómo llegan, cómo andan, desde qué recóndito lugar provienen. Tampoco importa el frío, ese helado vientecillo invernal, ni pasar la noche a la intemperie. La fe en la Guadalupana compensa la mal pasada. Lo que sea con tal de estar en el Santuario del Tepeyac, más cerquita de Ella, que siempre está cerca de nosotros, que siempre está presente. Pero este día el pueblo entero quiere acercarse a Ella en su propia casa.

Diferentes versiones de la virgen
Diferentes versiones de la virgen

La alegría, la emoción de algunos fieles se convierte en llanto, llanto que se amalgama con el ambiente cargado de energía, de esperanza… Se vive un acto de fe, más que religioso, vital; más que individual, colectivo, por un México y un mundo mejor. La Virgen habita en nuestros corazones, y donde vive la Virgen de Guadalupe hay esperanza.

Virgen de Guadalupe tallada en madera
Virgen de Guadalupe tallada en madera

Y todos los caminos salen del Tepeyac; y se sale de ahí reconfortado, con la sensación de que uno no está solo ni sola. Porque, en efecto, estamos bajo su sombra y su resguardo, y por ventura en su regazo. ¿Qué más hemos de menester?

Conchero azteca, otra parte de la orgullosa tradición guadalupana
Conchero azteca, otra parte de la orgullosa tradición guadalupana

Ni hablar, así somos los mexicanos, los que nos consideramos hijos de la Morenita del Tepeyac. Sin duda, se es guadalupano porque no se puede ser de otra manera.

Última modificación el día 22/07/2022 por Puerto Vallarta Net