Disfrutando Puerto Vallarta

Parte sur del Malecón II

Texto por Jhovaneé Monge – Fotos: Danilo Rottigni

Si permanecerá un solo día en Vallarta, no piense en probarlo todo. Apunte al blanco, directo al corazón de la ciudad. Diríjase al malecón, donde el universo se detiene para tomar nota de lo que allí ocurre.

Caminar junto a la orilla del mar en diferentes momentos del día le ofrecerá una variada experiencia. En las mañanas, los joggers, ven al centro en su quietud, en su humildad. Pero es en las noches cuando cobra vida.

Tritón y Sirena, una de las estatuas del Malecón

Los visitantes, cámara en mano, disparan flashes sobre las esculturas a lo largo del paseo.. La música, invariablemente, comienza desde alguna esquina, a veces, las clásicas cuerdas de Vivaldi, las trompetas del Mariachi o, tal vez, una marimba.

Para esta posibilidad, usted debe comenzar con el Malecón. Es un elemento al que recurriré para motivarlo a que nos visite nuevamente.

Luego de medio día allí, lo guiaré a una de las playas de Puerto Vallarta así que, póngase confortables zapatos. Las sandalias también son aceptadas, pues habrá paseo por la playa pero también cruzaremos por espacios rocosos. Asegúrese de estar cómodo, seguro y a salvo. También aplique protector solar, no importa si es de mañana o de tarde, pues el reflejo del sol en el agua puede quemarlo aun si está nublado. No arruine sus vacaciones.

Tome su sombrilla y diríjase hacia el sur, más allá de Playa los Muertos. Encontrará varias señales que lo llevarán hacia allá. Reconocerá una réplica de la escultura del caballito de mar que se encuentra en el malecón. Más adelante, a su izquierda, la escalera que conduce a una calle.

Es llamada “el gimnasio del hombre pobre”. La escalera lo mantendrá en forma. Gente que regularmente la utiliza, sube y baja de seis a diez veces sin detenerse. Aun si parece que no puede ir más allá, continúe su camino por la playa, hacia el sur. Puede seguir una irregular costa todo el camino hacia el restaurante El Set. Deténgase y tome una bebida; tal vez, una comida. Luego, puede regresar en taxi o camión a la ciudad.

Playa Los Muertos

Ahora, usted hará algo diferente. Como Vallarta es destino de playa, querrá realizar algo en el agua. Visite Las Caletas, un lugar escondido donde vivió el director de cine John Huston los últimos veinte años de su vida, cuando ya no estaba tan envuelto en la cuestión fílmica.

Vaya a ver ballenas. Al menos, con la forma moderna de lograrlo, que es ver al gigante mamífero marino cuando emerge del mar y escuche su resoplaro sus sonidos. Nade en playas privadas en cuevas escondidas, accesibles únicamente por agua. O, si usted es sociable y le gusta compartir, pruebe el paracaídas, “corre olas” o bungee-jumping. O, aún, practique surf con las olas de las playas del norte. Pero realice actividades acuáticas.

Las Caletas

En la noche, cene con vista al mar. Existen numerosos restaurantes con variados precios, con menúes con fusión de sabores que unen noches caribeñas con música latina y un perfecto toque asiático. Experimente lo nuevo en sabores mexicanos que deleitarán su paladar. Tome fotos para enseñar que las historias que usted relata no son solo un cuento.

Avistamiento de ballenas en Vallarta

Durante este día, usted ya se habrá enamorado de Puerto Vallarta. Querrá hacer todo y nada al mismo tiempo. Realice un paseo a caballo a las montañas, hacia una cascada que le quitará todos los pesares, aun si olvidó su traje de baño y viste mezclilla y playera.

Actividades acuáticas en Vallarta

Su último día está por finalizar pero no puede permanecer en el hotel así que, diríjase al malecón. Le dije que le haría volver por allí. Ahora, no es necesario tomar fotos; sólo camine, sienta la brisa oceánica y vea qué ocurre a su alrededor.

Centro de Puerto Vallarta y la Parroquia

Los colores se mezclan, se arremolinan y se separan, los sonidos, igual. La gente sonríe y su corazón registra ese momento. Cuando el sol cae, si no ha ido todavía al restaurante para su cóctel vespertino, no se desespere. Todo comienza a tornarse naranja, luego rojo y usted se une a los otros mientras el sol se junta con el mar.

San Sebastián del Oeste

Si tiene la suerte de contar con más tiempo en el puerto, no se detenga a tomar aire. Vaya a las montañas en un pequeño aeroplano, a visitar la zona huichol y compre arte sorprendente de mano de sus propios creadores.

También, por tierra se puede ir, visite San Sebastián del Oeste, un pueblito que surge con un pasado ligado a la industria minera; o también conozca Mascota, una ciudad agrícola escondida en las faldas de las montañas hacia el este de Vallarta; o, finalmente, deténgase en Talpa de Allende, hogar de la Virgen de Talpa, donde los peregrinos superan en número a los residentes durante los días festivos.

Talpa, Jalisco, México

• Para los que gustan de contemplar:

  • Existen espacios donde se pueden observar más de trescientas especies de aves que llegan a la Bahía de Banderas durante el curso del año.
  • Experimente la liberación de tortugas durante la temporada
  • o vaya a la universidad a visitar el cocodrilario, con entrada libre, y conozca más acerca de este maravilloso reptil que tiene por casa esta región.
  • En la isla río Cuale, busque artesanía, joyería, figuras de obsidiana o madera.
  • Con entrada libre, visite el museo cultural que se enfoca al arte, la cultura e historia de la región.
  • Deténgase en las tiendas del Este de la isla, donde se ofrecen diferentes tipos de clases: pintura, música, fotografía, grabado, escultura y más.

  Cuanto más capten sus ojos y su espíritu, más descubrirá a México, como un país de puertas abiertas que nunca se hubiera imaginado. En esta tierra amigable, donde el tesoro real es su gente, usted puede aprender a disfrutar la vida. No deje pasar un día sin esta genuina experiencia.

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